(Abril de 1996) Dos estudiantes estaban enamorados y comprometidos. Por desgracia todos los padres que participan desaprobaron el matrimonio. Los padres habían amenazado con medidas extremas si los estudiantes se fugaran.

 Atrapado en una posición imposible de elegir entre su amor y sus familias, los estudiantes decidieron que dejarían el mundo juntos.

"Julieta" le dijo a su amigo, un farmacéutico, que estaba teniendo problemas para dormir antes de los exámenes, y le pidió potentes somníferos. El farmacéutico consiguió para ella un pequeño frasco de pastillas, recubiertas de advertencias, "¡Peligro! Uso estrictamente según las instrucciones! No haga funcionar un vehículo en movimiento!"

Los dos amantes se encerraron en habitación compartida de un amigo y tiraron la llave por la ventana. Ellos compartieron una botella de vino, hicieron el amor, y luego tomaron las pastillas para dormir y se dieron el beso del adiós. Media hora más tarde, comenzaron a sentir rumores curiosos en sus intestinos. Pronto se dieron cuenta de que el amigo de Julieta les había dado laxantes, no la otra opción!

Allí estaban, encerrado en una pequeña habitación de la residencia con las llaves diez pisos más abajo, y sin aseos a la vista!

El hedor se extendió rápidamente por todo el edificio, alertando a otros residentes. Un guardia de seguridad fue convocado, quien forzó la cerradura y asomó la cara "por la puerta”.

Rápidamente se volvió de un portazo, casi vencido por los malos humos. La desafortunada pareja tuvo que ser rescatado por el equipo SWAT, protegidos por máscaras de gas. Fueron llevados al hospital y tratados por deshidratación severa.

Resultó que el amigo de la farmacia estaba alarmado por tal solicitud de pastillas para dormir sin receta médica. Se puso en contacto con los padres, explicándolo todo, dándose cuenta de que algo había que hacer. Por lo tanto, el resultado: el matrimonio fue amarrado, ambos estudiantes fueron suspendidos de la universidad, y los padres de ambos fueron aliviados.